divendres, 8 d’agost del 2008

Com repartir el pes a la motxila


La Compostela, més que un certificat

La Compostela és un certificat expedit per les autoritats eclesiàstiques i donat als pelegrins quan acaben el seu recorregut. Per guanyar cal haver caminat un mínim de 100 quilòmetres a peu o 200 km si es va en bibicleta o a cavall.
Els pelegrins que arriben a Santiago de Compostel han de mostrar la credencial del camí, que demostrarà que s'ha caminat i s'ha allotjat en els llocs que aquesta mostra.

Per poder aconseguir la Compostela, cal confessar una fe religiosa, per tant els que han fet el Camí per motius diferents als religiosos no reben la Compostel i se'ls dóna a canvi una Certificació del Pelegrí.

Traducció de la Compostela del llatí al Català
En llatí:

CAPITULUM hujus Almae Apostolicae et Metropolitanae
Ecclesiae Compostellanae sigilli Altaris Beati Jacobi Apostoli
custos, ut omnibus Fidelibus et Perigrinis ex toto terrarum
Orbe, devotionis affectu vel voti cosa, ad limina Apostoli
Nostri Hispaniarum Patroni ac Tutelaris SANCTI JACOBI
convenientibus, authenticas visitationis litteras expediat, omni-
bus et singulis praesentes inspecturis, notum facit :

Dnum/Dnam____ (Versión latina del nombre del peregrino)


Hoc sacratissimum Templum pietatis causa devote visitasse.
In quorum fidem praesentes litteras, sigillo ejusdem Sanctae
Ecclesiae munitas, ei confero.

Datum Compostellae die____(dia) mensis____(mes) anno Dni____ (año)

                                Canonicus Deputatus pro Peregrinis

En Català:
El Cabildo d'aquesta Santa Apostòlica i MetropolitanaEsglésia Catedral Compostelana custodi del segell de l'Altar de Santiago Apòstol,a tots els Fidels i pelegrins que arriben des de qualsevol part delOrbe de la Terra amb actitud de devoció o per causa de vot opromesa fins a la Tomba de l'Apòstol, El nostre Patró i Protector de les Espanyes,acredita davant de tots els que observin aquest document que:
D. ____________________________
ha visitat devotament aquest sacratíssim Temple amb sentit cristiàEn fe de tot això li lliuro el present document ratificat amb el segelld'aquesta mateixa Santa Església.
Atès a Santiago de Compostel el dia _____ mes ____ any del Senyor _____

                                                
El Secretari Capitular




On Recollir la CompostelA SantiagoLa Compostel es recull molt a prop de la plaça de l'Obradoiro, en l'Oficina del Pelegrí:Carrer: Rua do Vilar, 1Telèfon: (+34) 981 56 24 19




El Ganso, y los patos de la Marquesa


El Ganso, y los patos de la Marquesa
Si hoy preguntásemos a cualquiera de los ya escasos habitantes de esta localidad a que se debe su nombre, es fácil que al igual que yo recuerdo haber escuchado en multitud de ocasiones, digan que "era allí donde se guardaban los patos de la Sra. Marquesa". Para aumentar la confusión, se podr¡a añadir lo que al respeto opinan algunos "eruditos", para los que "la localidad de El Ganso recuerda una vieja tradicion de esot‚ricos e iniciados que aseguran que El Camino de Santiago es en realidad un gran Juego de la Oca, con sus puentes, esfuerzos, cárceles, posadas peligros y hasta la muerte, pero tambi‚n con ocas benefactoras, hijas de la suerte. Una de ellas corresponder¡a a El Ganso (León, paso a paso).
Dejando de lado las curiosidades, creemos que la primera cita documental se remonta a mediados del siglo XVII (26 de septiembre de 1.156), cuando Juan Gotez y su esposa Gelvira Alvitis entregan al Monasterio de San Pedro de Montes "... una tierra que tienen en Turienzo, en la v¡a de Rabanales, en el lugar llamado Cassum". En mi opinión, es en ese topónimo, de referencia vegetal, donde debemos situar el porqué del nombre de nuestro pueblecito.
Doscientos años despu‚s (28 de junio, 1.350) ya aparece con su nombre actual, en un documento en el que Bartolom‚ Mart¡nez, Chantre de la Catedral de Astorga, dona a los Canónigos y Cabildo lo que hab¡a heredado en el hospital del Ganso y en Castrillo de Rechivaldo. Según otros, a mediados del siglo XIII, los Premonstratenses de Santa Mar¡a de Villoria de Órbigo, poseían all¡ un monasterio.
La localización que especifica en la vía de Rabanales es absolutamente correcta, pues en El Ganso se bifurca un camino, que en su versión Norte dirige a Rabanal Viejo y La Maluenga, mientras que la meridional es la archiconocida ruta jacobea. Caminos que muy probablemente tuvieron su origen romano como v¡as de servicio mineras, y que motivaron el quizás primer asentamiento, en un pequeño recinto tipo corona, apenas a un kil¢metro al oeste del pueblo y donde aparecieron vestigios de edificaciones de tipo rectangular, abundante escoria de hierro, y enterramientos en vasija.
El hecho de que contase con un hospital para peregrinos, hizo que su nombre apareciese escrito de muy diversas maneras en documentos y guias de peregrinaci¢n, y as¡ podemos encontrar referencias al "Hospital de Arriba", en contraposici¢n al de Santa Catalina, que era conocido como "Hospital de Abajo", en contraposici¢n al de Santa Catalina, que era conocido como "Hospital de Abajo", e incluso a veces se le denomina "el Hospital Grande" (?).
Desconocemos cuándo se integró, pero El Ganso perteneció al Señorio que en Turienzo de los Caballeros, mantuvieron los Marqueses de Astorga, y sin tener -creemos- nada que ver con los patos de la Sra. Marquesa, lo que si es cierto que El Ganso era algo as¡ como el celador de los montes y términos de los Cuartos de la Ciudad de Astorga, tal como aparece en el poder que el Concejo de Santa Marina otorga en 1.788 para pleitear contra dicho pueblo y que no fue sino uno m s de los muchos enfrentamientos, que por motivo de los aprovechamientos de esos terrenos tuvo que mantener con Pedredo, Santa Catalina, Turienzo, Santa Colomba, etc.
Creemos que nunca fue un pueblo eminentemente maragato, por cuanto no parece que tuviese ni muchos arrieros, ni de renombre. En el Padrón de la Moneda Forera de 1.674, constan 36 vecinos m s el cura, y en la Lista de Vecindario de 1.718, vemos que la situaci¢n ha dado un vuelco impresionante "a peores", ya que:
"Resultan 9 vecinos y el cura párroco, se compone de 20 casas, incluso en ellas los pajares y corrales de ganado todo ello pajizo y de poco balor. No hay casa de ayuntamiento, ni carzel ni carnizeria ni p¢sito ni taberna ni otra que sea publica o propia del concejo. Tambien no aber en dho. lugar conbentos algunos ni mas iglesias ni templos que la susodha. parroquial de Santiago y una hermita de Santa Olaia".
Y en hablando de Iglesias, la de El Ganso pertenece a ese grupo, bastante numeroso, de iglesias maragatas en las que el pueblo mantiene elderecho de presentación (a mi juicio, reminiscencia de las "Iglesias Propias") por lo que el párroco, dos veces al año, Pascua de Resurrecci¢n y Nacimiento, ten¡a que obsequiar a los vecinos con roscas de pan de trigo con huevos, o una escudilla de castañas (sanas y buenas), así como "dos veces de bino medidas por una taza de plata o por una escudilla blanca de madera, de bino limpio y sano y bueno en olor, color y sabor" (Protocolos en Turienzo. 1.677, folio 62).
Tenemos otros dos documentos relativos a la iglesia de nuestro pueblecito santiaguista. El primero, de finales del siglo XVII (1.699, junio 6)nos habla de que D. Juan Antonio de Arrojo, de oficio Maestro Dorador y Pincelista, vecino de la ciudad de Astorga, se encargó de "dorar el retablo mayor de dha. Iglesia y dos colaterales que tambi‚n hay en ella, uno del Anjel de la Guarda, y otro de San Venito", a cambio de quatrocientos ducados de vellón pagaderos en tres terzios iguales, mas casa y leña.
Casi un siglo después, el 27 de junio de 1.774, se ajusta en 2.000 reales la obra para reedificar el portal de la Iglesia, dej ndolo en su actual aspecto, pues "... el portal que al presente tiene la dha. Iglesia parrochial de El Ganso esta constituido en varias imperfecciones y ruinas por su muchas antiguedad..." Quizás alguna de esas antiguedades sea lo que con aspecto de basamento de pórtico, se encuentra desde hace muchos a¤os a la salida de poniente del pueblo, y que hoy luce coronado por una cruz.
En la actualidad, si bien que muy frecuentado por los peregrinos que lo cruzan, El Ganso dormita el sueño del tiempo, con su puñado de vecinos, salvo en los meses de verano en que las casas se abren para recibir a los hijos que andan en la di spora, pero quedan ya muy lejos en que, en lugar de patos, ten¡an encomendada la tarea de cuidar de las tierras de la Marquesa.

Abadia de Santa María de Benevívere



foto

Palencia. Museo de Palencia. Sarcófago de la abadía de Santa María de Benevívere

La Abadía de Santa María de Benevívere, cercana a Carrión de los Condes, fue mandada construir en el siglo XII por Don Diego Martínez de Villamayor. Fue una abadía formada de canónigos de San Agustín, cuyo patrimonio fue subastado tras la desamortización de Mendizábal.
Actualmente sólo quedan in situ unos pequeños restos, otros están en un parque en Carrión delos Condes y otros repartidos en diversos museos.

La estructura y la decoración iconográfica de la mayoría de los sepulcros nobiliarios castellanos de los siglos XIII y XIV responde básicamente al siguiente esquema: la urna aparece sobreelevada por medio de sillares o animales arrodillados, preferentemente leones; la decoración de los lados se organiza con un diseño de arquerías sobremontadas por composiciones arquitectónicas acastilladas; debajo de los arcos se distribuyen los motivos figurativos.
Este sarcófago procede de Santa María de Benevívere, presentando unas características iconográficas que permiten incluirlo dentro de una amplia serie de sarcófagos elaborados en algún taller de Carrión de los Condes, entre los años 1240 y 1260.
La mayor parte de los sepulcros de este grupo tienen afinidades tan estrechas que pueden atribuirse no sólo a un mismo taller sino a un mismo escultor: Roy Martínez de Bureba y de Bame.
En esta fotografía están los dos frentes largos, en la parte superior presidido por el Pantocrator dentro de la mandorla, con seis apóstoles a cada lado, distribuidos de dos en dos.
La otra cara responde a una distribución arquitectónica con seis arquerías pentalobuladas que dan cobijo a varios personajes del Antiguo Testamento (aquí vemos diez), de difícil identificación.

Monasterio de San Zoilo

Monasterio cuya primera comunidad, posiblemente mozárabe, bajo la advocación de San Juan, fue sustituida por bendictina desde el 1077. La congregación reunió un amplio patrimonio, y acogió la cámara recaudatoria de las parias musulmanas destinadas a enviarse a Cluny. Del siglo XI es la fachada occidental románica de la iglesia, de columnas de mármol y capiteles influidos por el estilo de San Martín de Frómista. Otra fachada, la del lado Norte, es barroca y atribuida a Felipe Berrojo. A los pies del templo se encuentran los sepulcros de los Gómez, muestra ejemplar de la labor de un talller escultórico asentado en Carrión que tuvo como máximo exponente a Antón Pérez. La cabecera se adorna con el meritorio retablo barroco de Santa María de Baquerín en el que trabajaron Tomás Sierra y Antoni Ribera. El impresionate claustro plateresco del monasterio fue diseñado por Juan de Badajoz y comenzado a esculpir en 1537, participando en la obra Miguel de Espinosa y Antonio de Morante

La Llegenda de la gallina dels ous d'or-Terradillos de los Templarios-




El nom d'aquesta localitat, a més de significar "petits sostres de terra o terrasses", evidencia la presència dels Templers en aquests paratges. Aquesta Ordre va aixecar la seva casa-conventmolt a prop de l'anomenat rierol dels Templers. Des d'aquestavila, el pelegrí arriba a la vall de Valdeginate, on el primer pobleque es troba és Moratinos.
Explica la llegenda que els últims templers tenien en el seu gallinera la "gallina dels ous d'or" i que quan va morir va ser allà mateixenterrada.
Els vilatans han ubicat tradicionalment a l'Alt Torbosillo, l'emplaçament on s'amaga tan preuat animal.
A més de l'església de Sant Pere, s'han descobert restes d'unanecròpolis medieval amb prop de dues-centes tombes i restesd'un poblament.

La Llegenda de la Presa Cerrajera entre Alíatar i Zaida

Possiblement, la presa més antiga, l'origen s'estableix directament en l'Edat Mitjana i que fins i tot gaudeix d'una de les llegendes més belles per explicar l'origen d'una obra d'infraestructura que ha resultat vital per a bona part de la província lleonesa.

Encara que se li concedeix poca o nul crèdibilitat, però alhora és molt suggerent, explica la llegenda que la Cerrajera començar cridant Abencerrajera. I va ser així, diuen, en honor a la família dels Abencerrajes, instal.lada a Villaviciosa ia la qual pertanyia Aliatar. Es tractava del fill del Alamín (governador) mossàrab de la zona, instal lat després de la mort d'Almansor i la fallida del Califat de Còrdova entre els anys 1030 i 1040.

El moro es va enamorar d'una altra jove noble, Zaida, que residia a Villazán i que va acabar, segons diuen, donant nom a la vila de Villazala. Però al no veure correspost el seu amor, va arrencar un compromís al pare de la jove: que li lliuraria l'amor de la seva filla el improbable dia en què l'aigua del mític riu Orbigo passés per davant de la porta de la seva dama. Dos quilòmetres separen i separaven el riu de la localitat.

Segueixen explicant les cròniques que Aliates, després de consultar amb els mesuradors, enginyers de canals de l'època, i després de negociar amb els pobles la cessió o venda dels terrenys necessaris, es va posar mans a l'obra per executar el 'miracle'.

Un matí va treure el cap al seu finestra Zaida i va veure fluir el cristal líquid davant la porta del seu domicili. Darrere l'aigua, un seguici fastuós encapçalat per Aliatar es va dirigir a la seva casa per recollir la seva mà i celebrar, dies després, els núpcies més recordades de l'entorn.

Una altra versió menys romàntica i més aferrades a la realitat, diuen que van ser els mateixos enginyers romans que van executar també a la província els canals i explotacions d'extracció d'or dels que Las Médulas són el màxim exponent, els autors de la Presa.

La Llegenda de Puente Villarente

La llegenda del “Puente de Villarente”

Quan va arribar al “Puente de Villarente”, el pelegrí estava massa malalt per poder seguir, així que algunes gents pietoses del lloc ho van acomodar a l'hospital (sobre les ruïnes s'ha aixecat després el que, pròxim al pont, es pot veure en els nostres dies) i es maldar a salvar-li la vida. No va ser fàcil tasca, ja que a més del greu “tabardillos” que patia, els seus cuidadors van haver de lluitar contra totes les fatigues i misèries que se li havien anat pegant al pelegrí des que va sortir de casa pairal allà a Navarra. Però al final ho van aconseguir. Tots van comentar que aquella curació havia estat un miracle potser del mateix Santiago, però tots van pensar també que una gran part de la mateixa calia atribuir a Isabel, que va cuidar el pelegrí amb el màxim afecte.


Isabel era d'un poble proper a Sahagún. Filla de pagesos rics, gairebé “hidalgos”, havia arribat amb els seus pares a Villarente per vendre algunes terres, propietat de la seva mare, oriünda del lloc. Volien desfer-se'n abans de marxar amb Don Fernando, fill del Comte Ansúrez, el seu senyor natural i benefactor, a poblar terres andaluses, un comtat que el Rei Don Enrique li havia donat com a premi a la seva fidelitat en les recents lluites civils que havien posat en perill el seu tron.


Tot i estar allotjats a casa d'uns oncles, la noia, falta d'amigues, sentia una mica desplaçada, raó amb la qual es justificava a si mateixa de la seva excessiva dedicació a l'Hospital. No obstant això, durant la llarga convalescència del pelegrí va poder veure-se'ls junts durant llargues hores, desatenent a altres pelegrins malalts. Primer, asseguts al banc davant de la façana de l'Hospital, parlant de les seves coses o admirant en silenci la meravellosa horta per la qual corre el riu Porma. I després, passejant per ella, o asseguts sota l'ombra dels àlbers que hi abunden, mirant tendrament als ulls.

I va arribar l'inevitable. Restablert, el pelegrí hauria de prosseguir el seu viatge cap a Santiago. El dia abans de la partida, asseguts baixa un dels arcs del pont, “Pedro” tenia la seva mà oberta, recolzada en l'estrep i Isabel, amb una daga, va gravar a la pedra el seu contorn. Després, tremolosa, va posar la seva sobre l'empremta i li va demanar que fes el mateix. Al final, la mà femenina petita, com un ocell en vol que busqués protecció apareixia completament dins de la de l'home. Després, Isabel va gravar en el centre una creu i va dir: “Pedro”, si em jures per Déu, nostre Senyor, que a la teva tornada de Santiago, dins de trenta-cinc dies per tant, el 14 març estaràs aquí mateix, jo, a meu torn, et juro que no m’ha aniré a Andalusia. Ens casarem i marxarem junts a la teu Navarra.

Enamorat de la noia, així ho va jurar el pelegrí. Aleshores ella va afegir: Aquest dia quan posis la mà cap aquesta creu i diguis: «Isabel, veuen», pel Déu a qui acabes de posar per testigo Isabel tornarà. I posarà també la seva mà sobre la creu, jurant no separar mai més del teu costat. Però, ja saps, ha de ser precisament aquest dia i no un altre, ja que el catorze vindrem a Villarente per acomiadar dels nostres oncles i si llavors no estàs aquí pensaré que m'has oblidat i em tornaré amb els meus pares a Sahagún. L'endemà partirem cap a la Andalusia amb la caravana de miseñor Don Fernando, que ja ha començat a formar-se en Sahagún.


Va guanyar “Pedro” el jubileu a Santiago de Compostela i de seguida va emprendre el camí de tornada per estar en Villarente en la data jurada. Van ser uns dies molt durs, doncs va ploure torrencialment en tots ells, convenint el viatge en un martiri. Tot i això, Pere va dormir en un Lleó mig inundat el dia dotze de març i dalt a Puente Villarente un dia abans de la cita.

També va ploure aquest dia i el riu Porma, que ja anava crescut, es va desbordar, presentant a la tarda un aspecte aterridor. El nivell de les aigües havia pujat tant que la vega apareixia completament inundada i el tauler del pont gairebé havia desaparegut. Troncs d'arbres travessats entre les piles del llanguíssim pont havien retingut mala herba i s'havien anat encegant seus vint ulls, detenint gairebé el corrent. El pelegrí va intentar arribar a l'arc sota al que havien gravat la creu, però no va poder. Era impossible fer-ho des d'aigües amunt, ja que l’hi impedia la barrera vegetal i molt més venint des d'aigües avall, per la violència del corrent. Quan fosquejava, “Pedro”, exhaust i masegat, es va sentir impotent i descoratjat i desistir d'arribar: Demà, si no aconsegueixo posar la mà sobre la nostra creu i dir «Isabel, vine», sé que Isabel no vindrà i la perdré per siempre. Se ensorrar desolat sobre un pedregar per passar la nit, tan a prop del pont com va poder, resant i demanant-li a Santiago un miracle que li permetés l'endemà posar la seva mà sobre la creu i dir les paraules màgiques que farien arribar-hi la seva estimada. Semblava impossible si s'escau, i ja que res podria aconseguir que en una nit les aigües baixessin tant com per deixar el pas expédit fins l'arc i al descobert el seu gravat. Va passar la nit plorant, aclaparat i ple de tristos pressentiments.


En la foscor el soroll del riu va anar en augment, el que li indicava sense necessitat de veure-ho que l'avinguda no només no havia remès, sinó que havia anat a més. El pelegrí va pensar que l'alba li mostraria aquella cruel impossibilitat, de la qual ara ja estava gairebé segur. No obstant això, va resar amb força a Santiago, demanant-li que realitzés el milagro.Y el miracle es va produir. Quan es va fer la llum, “Pedro”, sorprès, va veure que el pont havia estat danyat en alguns trams i fins i tot s'havia mogut en uns altres. Alguns estreps havien cedit, movent-se aigües avall, arrossegant amb ells una gran quantitat de grava i còdols, que havien format una mena d'esperó una represa amb passadís que els permetria arribar fins a la creu, ara lliure de les aigües, sense ni tan sols mullar-se els pies.El pelegrí va córrer, doncs, fins a la creu, va posar la mà sobre el gravat i va cridar: Isabel, vine! I quan va alçar els ulls, va veure arribar a Isabel de lluny, corrent pel camí, miraculosament lliure de les aigües, entre els àlbers, agitant “Aleve” els seus braços.


Tot i que el pont ha estat reparat posteriorment, mai més va tornar a recuperar el seu perfecte alineament i horitzontalitat, persistint les seves gepes. Com em van explicar, us ho explico. Si no creieu aquesta història, apropeu-vos fins Villarente i busqueu amb cura en la base de l'estrep d'un dels primers ulls del pont, podreu veure un tosc gravat que representa dues mans una, petita i delicada, dins d'una altra, fort i gran i al centre una creu, que van gravar “Pedro” i Isabel, una parella de joves enamorats, mes i mig abans de la gran avinguda del riu Porma de l'any 1396.

Llegenda del Pas Honroso de l'Hospital d'Orbigo


Explica la tradició que a Hospital d'Órbigo, l'Any Sant, va tenir lloc la gesta del Paso Honroso, protagonitzada pel senyor Don Suero de Quiñones i nou dels seus cavallers.

Suero de Quiñones va demanar audiència al rei Juan II de Castella per exposar una petició. El rei es trobava en aquells dies al Castell de la Mota (Medina del Campo-Valladolid) amb tota la seva família. La petició era obtenir el permís per dur a terme un torneig especial en què haurien de participar a la força tots els cavallers que passessin pel lloc escollit, que era el pont d'Hospital de Órbigo, situat a la ruta lleonesa del Camí de Santiago. Si es negaven a participar, havien de dipositar un guant en senyal de covardia i travessar el riu gual.


Les justes van tenir lloc des del 10 de juliol fins al 9 d'agost, interrompudes únicament en la festivitat de Sant Jaume. Don Suero portava penjada al coll cada dijous una argolla metàl.lica, com a prova d'amor cap a la seva dama. El motiu per a proposar les justes del pont era poder-se alliberar de la argolla pelegrinant a Santiago després d'haver vençut a tots els cavallers que es presenten en aquest pont i després d'haver trencat 300 llances.


El rei li va donar permís i va oferir tota classe de facilitats. Va convidar els millors cavallers del regne a que passessin pel camí d'Hospital de Órbigo fins que Quiñones pogués complir la prova.

Ferit per fi Don Suero, va marxar en peregrinació a Compostela. Allà, dipositat a la capella de les relíquies catedralícies, es conserva la cinta blava propietat de la seva senyora que el cavaller portés a peça, al voltant del seu braç, mentre va durar la gesta.